A lo largo de la historia de la
literatura han sido muchos los escritores que han ocultado su nombre detrás de
un seudónimo. Los motivos han sido variados: usar un nombre menos habitual o
más llamativo, ocultar la identidad, evitar censuras, persecuciones o cualquier
otro tipo de presiones, poder publicar libremente siendo una mujer, mantener el
anonimato de la familia y evitar la vergüenza de unos padres incomprensivos o,
simplemente, como estrategia de ventas.
Uno de estos casos famosos es la
mismísima J.K. Rowling. escritora y
productora de cine británica, conocida por ser la autora de la serie de libros Harry
Potter, que han superado los 450
millones de ejemplares vendidos. En 2008 el diario The Sunday Times se
refirió a ella como la duodécima mujer
más rica en el Reino Unido… y todo por escribir libros de un niño mago… no
está nada mal… Pero Rowling quiso escribir para adultos la novela Una
vacante imprevista, que recibió críticas nefastas, aunque las ventas,
al parecer, fueron buenas. Decidió, pues, escribir sin presión y sin su nombre,
y decidió “camuflarse” bajo el seudónimo
Robert Galbraith. Publicó El canto del cuco… y vendió 1500
ejemplares nada más. Entonces, la
editorial filtró su nombre y las ventas se dispararon. El gusano de seda y El oficio
del mal han sido sus dos novelas siguientes bajo seudónimo.
Stephen King, escritor estadounidense conocido por sus novelas de
terror. Autor de las novelas Carrie, El
resplandor, It, Cementerio de animales, etc. Ha utilizado en repetidas
ocasiones el seudónimo Richard Bachman. Al parecer, decidió utilizarlo una vez que se hizo famoso y ha seguido
haciéndolo para algunos títulos que él mismo considera. Bajo este alias están: 1977
Rabia, 1979 La larga marcha, 1981 Carretera maldita, 1982 El fugitivo (la película la protagonizó Arnold Schwarzenegger),
1984 Maleficio, 1996 Posesión, y 2007
Blaze.
El ruso Isaac Asimov, nacionalizado estadounidense fue un
escritor y profesor de bioquímica que escribió prolíficamente obras de
ciencia ficción, historia y divulgación científica. Como curiosidad, un
asteroide lleva su nombre. De su relato del año 50 Yo, robot, se adaptó una película protagonizada por Will Smith,
igual que de su novela El hombre
bicentenario (Robin Williams). Utilizó el seudónimo Paul French
en la saga juvenil del personaje Lucky
Starr. Según dicen porque se iba a realizar una serie televisiva de estas
novelas y él no confiaba en el buen hacer de los productores.
En 2008 falleció Michael Crichton, médico (no ejerció), escritor y
cineasta estadounidense. Se han vendido más de 150 millones
ejemplares de sus obras, muchas de ellas llevadas al cine. Creador de Parque Jurásico y la serie Urgencias. Otras de sus obras: Diagnóstico: asesinato, Sol naciente,
Congo, El guerrero número 13, Timeline, Twister… Como curiosidad, tuvo
simultáneamente, en Estados Unidos, el libro más vendido (Acoso), la película
número uno en la taquilla (Parque Jurásico) y la serie de televisión con mayor
audiencia (Urgencias). Durante sus estudios de medicina, Crichton escribió algunas
obras bajo los seudónimos de John Lange (significado
del apellido en alemán: uno alto) y Jeffery Hudson (fue un enano del siglo
XVII de la corte de la reina consorte de Inglaterra, Enriqueta María de
Francia). Con este último alias firmó Un
caso de urgencia, y obtuvo el Premio Edgar Allan Poe a la Mejor Novela en
1969. También usó el seudónimo Michael
Douglas para escribir junto a su hermano Douglas la novela Dealing. Por cierto, el seudónimo
proviene de la unión de los nombres de los dos hermanos.
Y, por último, Anne Rice, escritora estadounidense, que dio el
pelotazo con Entrevista con el vampiro
(se hizo una película con Tom Cruise, Brad Pitt, Antonio Banderas…) y de ahí
escribió toda una serie de libros sobre vampiros: Lestat el vampiro, La reina de los condenados, Cántico de sangre,
etc. Se han vendido cerca de 100 millones de ejemplares de sus libros. Sus
padres la llamaron Howard Allen O'Brien, pero ella decidió ser conocida
como Anne. El apellido Rice le viene de su matrimonio con Stan Rice,
un pintor y poeta ya fallecido. En su carrera como escritora, para
abarcar un mayor abanico literario, publicó para adultos la Trilogía de la
bella Durmiente con el pseudónimo A.N. Roquelaure. También publicó otro par de libros con el
seudónimo Anne Rampling.
Y eso es todo por hoy, amigos, disfrutad de la lectura.
Carlos Álvarez
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