RESEÑA
Grijalbo tiene su origen
en México, de las manos del exiliado español Juan Grijalbo. En sus inicios
publicaba best sellers americanos
traduciéndolos al castellano. En los años ochenta, vuelto a España el fundador,
editó también muchos comics. Astérix,
Lucky Luke o Blueberry son algunos de sus títulos más destacados.
Tom Hillenbrand es un
autor alemán conocido en su país por sus novelas negras y también por su columna
digital en Spiegel Online. Ha obtenido el premio Friedrich Glauser a la mejor
novela alemana de intriga. En El ladrón
de café se sale de su registro y se atreve con la novela histórica.
El
ladrón de café es una aventura ambientada en el siglo
XVII. Un estafador inglés es arrastrado a la cárcel en la República Neerlandesa
(Países bajos) y para salir de ella solo le queda la opción de realizar un
encargo para los hombres ricos que gobiernan el país: debe robar una planta de
café en el Imperio otomano. Dicho así, suena raro, pero en aquella época tenía
su sentido. Los neerlandeses querían plantar café en sus tierras para eliminar
el monopolio del comercio por parte de los otomanos; estos no dejaban sacar la
planta de sus regiones.
Montada la trama, el
libro va pasando páginas en las que el estafador inglés debe reunir a un grupo
de expertos en distintas materias: militar, ladrón, marino, etc.; y prepararlos
para el robo. Los espías franceses, mientras, hacen lo que pueden —más bien
poco— para impedírselo.
En cuanto a los
personajes, si la trama es más bien sencilla —a mi gusto demasiado simple—
estos son un batiburrillo extraño que intentan aportar dinamismo y variedad a
la aventura, pero que la verdad es que aportan muy poco. Creo que el autor
debería haber suprimido prácticamente a todo el grupo, cuyas intervenciones
suelen ser absurdas e innecesarias —normalmente a través de diálogos que
sobran— y haberse centrado en uno o dos personajes y en cómo afrontaban el
reto.
De inicio, la verdad es
que el planteamiento es interesante y atrayente. Me recordó al libro épico El médico, de Noah Gordon, y en el
desarrollo del grupo protagonista a la aventura El
hijo del Paladín. No obstante, la llama se fue apagando a medida que
avanzaba la lectura y acabó diluyéndose todo su atractivo.
El mayor problema que le
veo es que es un libro que ha pretendido ser muy ambicioso y le sobra la mitad,
sobre todo los larguísimos diálogos que frenan el ritmo de la aventura. Si
hubiera sido más corto, quizás, podría haberse quedado en una novela entretenida
y, en su parte histórica, muy interesante, pues trata sobre la Europa de la
época y las alianzas políticas que existían.
De todas formas, como
suele decir la periodista Laura en el programa de la Ser en el que colaboro, “para
gustos, los libros”.
Dejo una puerta abierta
para los jóvenes de 15-25 años. Puede que este libro los fascine. Aprenderán
sobre los Países Bajos, la política de la época, algo de las rutas comerciales
y algunos movimientos sociales relacionados con el intercambio de ideas.
Disfruta de la lectura.
SINOPSIS
1683. El Rey Sol gobierna
con mano férrea desde el fastuoso palacio de Versalles. La Compañía Holandesa
de las Indias Orientales es la empresa privada más poderosa del mundo. Los
sabios e investigadores del continente intercambian por carta ideas y nuevos
descubrimientos que revolucionarán la ciencia, la tecnología y el pensamiento.
Y sentarse en un café para degustar una cara y exótica infusión, el kahvesi, se
ha convertido en el pasatiempo más popular en las capitales europeas.
Pero el verdadero negocio
del café -su cultivo y su comercio- está controlado únicamente por los turcos.
Algo que los comerciantes más importantes de Europa no piensan seguir
consintiendo.
Obediah Chalon, un joven
y brillante inglés, científico y filósofo apasionado, ingresa en una durísima
cárcel de Ámsterdam tras falsificar unas letras de cambio. Poco después un
misterioso personaje le ofrece la libertad y una cuantiosa recompensa a cambio
de una empresa arriesgada en la que podría perder la vida: robar una planta de
café a los turcos. Para ello tendrá que poner a prueba todo su ingenio, acudir
a sus contactos entre los sabios e intelectuales del continente, reclutar a los
mejores «expertos» e iniciar un viaje a lo desconocido, sin saber que ha
despertado las sospechas de gente importante.
Una misión delicada y
peligrosa. Un plan audaz. Un viaje plagado de aventuras. Y un robo que cambió
la historia de Europa. Una trepidante novela histórica.
El ladrón de café es una
magnífica novela histórica que combina magistralmente la crónica de un robo
audaz, plagado de aventuras, intrigas, conspiración, persecuciones y una pizca
de amor, con un retrato espléndido de una época donde el avance de las ideas,
el conocimiento y los ingenios mecánicos de todo tipo empezaba a cambiar el
rumbo de la Historia.
Otros libros relacionados:
El
hijo del Paladín
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