Una historia de vidas
entremezcladas que transcurre en la segunda guerra mundial, en varios lugares
de Alemania y Francia. Seremos testigos de como la guerra, el odio y el
fanatismo desestructuran y desmoronan todo lo que tocan. Pasaremos por vidas
aparentemente sencillas y felices, inconscientes de lo que se les viene encima,
y veremos personas huir sin acabar de comprender el sentido de su huida. Nos
sumergiremos en una época en la que mientras unos piensan en enriquecerse
vendiendo su alma al diablo, para otros todo pierde su valor y solo queda el
precio de la supervivencia. En fin, es una historia de uno de los peores
periodos de la humanidad, donde el ser humano demostró, hace poquísimo tiempo,
lo malvado que puede llegar a ser.
El tema de la segunda
guerra mundial puede estar algo trillado. Nos lo han metido en tantas
películas, documentales y libros que empieza a echar para atrás, sobre todo
cuando muchas historias se asemejan tanto las unas con las otras. Este libro,
en cambio, llamó mi atención y me decidí a leerlo porque intuí que podía
resultar distinto, la búsqueda de una hija por parte de su madre utilizando la
guerra como un trasfondo. En realidad, el conflicto es el protagonista de esta
historia, pero no en su vertiente bélica o en la parte referida a los campos de
concentración, sino en los pequeños resultados que ocasiona en la multitud de
personas sencillas que la sufren y que están conectadas por algún punto o
momento en común.
Una alemana aristócrata
que toma decisiones avanzadas y arriesgadas para su tiempo; un actor judío que
no acaba de comprender todo lo que se le viene encima; un oficial alemán que no
cree en lo que hace; un barón testigo del cénit y la decadencia de la
intransigencia; una madre que no apuesta por su hija y una niñera que sí; un
granjero que arriesga su vida; una granjera que encuentra un motivo para vivir;
un matrimonio de chivatos; un muchacho que no hace nada hasta que lo ha perdido
todo; un joven que honra la memoria de su padre; una maestra que necesita algo
para seguir; etc. Un sinfín de vidas que viven o sobreviven y que se cuestionan
a cada momento el valor de su propia vida.
El libro no es muy largo,
no llega a cuatrocientas páginas, pero con una letra grande y pocas palabras
por página. Vendrá a ser como uno de doscientas páginas aproximadamente, poco
más. Me ha gustado mucho. Es entretenido y a pesar de contar con
muchos personajes su lectura es sencilla. Está escrito para prácticamente todo
tipo de públicos dando como resultado una obra muy comercial. De hecho, me han
faltado más detalles, más dureza y también una historia más lenta con menos
saltos de tiempo hacia delante y con capítulos más largos, pues estos suelen
ser de dos, tres o cuatro páginas. Bastante escasos para coger intensidad,
aunque lo suficientemente entretenidos
como para engancharte.
Jacinto Rey es un gallego
que ha vivido en Alemania y Francia y que va por su sexta novela. Le gusta el
tenis, esquiar, pasear con su perro y, por supuesto, leer. Es la primera vez
que leo uno de sus libros y no dudo en recomendarlo
a lectores adultos que busquen una trama currada pero con una narrativa
sencilla y apta para cualquiera.
Un buen libro. Muy
entretenido.
SINOPSIS
«Entonces reparó en
Mathilde [...]. Le bastó una ojeada para saber que no podría hacer nada por
ella. Mathilde movió un brazo con dificultad, sacó una fotografía del bolsillo
y susurró:
-Dile a Marie que la
quiero.
Paul acarició sus cabellos,
guardó el retrato de la niña y besó el rostro de Mathilde. A partir de ese
momento, nada volvería a ser como antes.»
Jacinto Rey hilvana una
novela que muestra un tapiz de historias protagonizadas por seres humanos
golpeados por una guerra que los pone al límite. Acción y emoción se dan la
mano para dar sentido a unas palabras que son el motor de una búsqueda, de una
posible salida al horror. Dile a Marie que la quiero es una novela magistral,
muy bien documentada, que recrea una época convulsa, llena de luces y sombras,
para encender la llama de la esperanza en medio de la oscuridad. La mirada y el
estilo de Jacinto Rey y su habilidad para construir tramas que nos transportan
en un viaje laberíntico a momentos críticos de la historia, especialmente duros,
no han pasado desapercibidos por los editores internacionales que ven en Rey
atisbos del mejor
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