El autor se pasó la vida escapando. Desertó del ejército y fue detenido en 1925, aunque, por fortuna, fue indultado en el 27. Su segunda huida fue a Francia, durante el final de la dictadura de Primo de Rivera y no volvió hasta que se proclamó la República. Metido en asuntos del sindicato anarquista CNT y tras luchar en la Guerra Civil española, tuvo que huir de nuevo a Francia cuando el bando sublevado venció. Sin embargo, para su desventura, llegada la II Guerra Mundial, Alemania ocupó Francia y Benigno Bejarano fue detenido por la Gestapo en el año 42. Estuvo metido en campos de concentración hasta que lo asesinaron gaseándolo junto a otros prisioneros allá por el 44, cuando los nazis se pudrían de rabia ante la visión de su próxima derrota.
¿Qué nos dejó el autor?
Una obra de ciencia ficción curiosa en su argumento y
exitosa en su época. Publicada en folletines en el año 29 y posteriormente en
el 38. El secreto de un loco. Expedición al planeta Marte fue su título.
En 2012 salió una nueva edición con este nombre: El fin de una expedición
sideral (Viaje a Marte).
Atentos
al argumento: año 2222, un grupo de científicos franceses y uno español son
enviados a Marte en un cohete propulsado por rayos. En el planeta se encuentran
con extraterrestres muy similares a los terrícolas, incluso muy similares a los
españoles, a los que parodia, según parece (yo no la he leído). De la comedia
se pasa al vodevil y de la amistad al odio. Hay lío de faldas y un golpe de
estado. ¿Quién se atreve a leerla?
Quizás la leyó Luís Chamizo, tuvo tiempo de hacerlo.
Nacido en la localidad de Guareña en 1894, seis años antes que el otro autor, y
llevó una vida completamente distinta. Provenía de familia humilde pero se esmeró en ascender socialmente. Cursó
bachillerato en Madrid y en Sevilla, donde obtuvo el título de perito
mercantil. Además, se licenció en derecho en la universidad de Murcia. Colaboró
en el periódico local “La Semana” de Don Benito. Contrajo matrimonio en
Guadalcanal (Sevilla) y durante la dictadura de Primo de Rivera se convirtió en
alcalde y poco después en académico de la Real Academia de Buenas Letras de
Sevilla. (Mientras, Benigno Bejarano desertando del ejército). Además, terminada
la Guerra Civil se fue a vivir a Madrid e ingresó en el Sindicato de
Espectáculos consiguiendo un sueldo del Estado. Curiosamente, falleció en el
45, un año después que Benigno Bejarano, al que no sabemos si llegó a conocer
en vida.
¿Qué nos dejó el
autor?
Una obra de teatro
titulada Las brujas, un libro
titulado Extremadura y una obra
poética que se publicó veinte años después de su muerte. Pero, sobre todo, su
libro más conocido es El Miajón de los
Castúos, del año 1921. Fue,
de hecho, su primer libro.
¿De qué trata?
Son doce poemas relacionados que
homenajean al pueblo extremeño, "descendientes de conquistadores". Especialmente
a los agricultores que trabajan la tierra de secano. Así los define el autor: “los nietos de los machos que otros días
triunfaron en América”. Por cierto, de este libro viene el término castúo,
que viene a ser lo mismo que castizo: de buen origen y casta. El autor define
así el término castúo en su obra: “mantenedor de la casta de labradores que
cultivaron por sí sus propias tierras”.
Si te atreves a leer la obra de
uno de los escritores extremeños más renombrados ten en cuenta que sus poemas
mezclan el castellano con el viejo dialecto extremeño. De hecho, esta obra es
la causa de que al dilecto extremeño se le denomine castúo.
No dejes de leer y explorar…
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