Buenos días, mis muy
queridos lectores. Hoy vengo con una nueva reseña, una reseña de una obra de
misterio, “El misterio de las cabras y las ovejas” de Joanna Cannon.
SINOPSIS
En parte novela de
misterio, en parte novela de paso al mundo adulto, este ha sido el debut más
elogiado y destacado de 2016 en Gran Bretaña.
Verano de 1976.
La señora Creasy se ha esfumado sin dejar rastro. Su marido, perplejo y
desesperado, revuelve sus cosas tratando de encontrar alguna pista, mientras
los vecinos echan la culpa a la ola de calor de haber alterado a esa mujer
afable y generosa, aunque propensa a sonsacar los pecadillos a los demás.
Cuando la policía la
declara oficialmente desaparecida e inicia la investigación en La Avenida, la
pequeña Grace, de diez años, decide aportar su grano de arena y emprende sus
propias pesquisas con la ayuda incondicional de su mejor amiga Tilly.
Juntas van de casa en
casa interrogando subrepticiamente a los residentes. Pero a medida que las
puertas y las bocas van abriéndose, esa avenida empieza a revelar sus más
oscuros secretos y pronto las detectives aficionadas descubrirán más de lo que
habrían sospechado.
RESEÑA
Es un libro que, solo con
leer la sinopsis, ya captó mi atención. Siempre he tenido una predilección
especial por las obras ambientadas en la Inglaterra de los años 70, no me
preguntéis por qué pero así es, y sobre todo si son como la serie “se ha
escrito un crimen”, con su viejecita investigando un crimen. Pero nada más
alejado de la realidad.
Este es un libro cuyas
protagonistas son dos dulces y encantadoras niñas de 10 años:
Grace, atrevida y
aventurera. Es una chiquilla con mucha personalidad, pero cuyos miedos internos
se van desvelando a lo largo del libro. Segura de sí misma y mandona, decide
que este verano lo van a dedicar a buscar a Dios.
A su lado, su inseparable
amiga Tilly, modosita y calmada, pero que acompañará a Grace hasta donde haga
falta para lograr su objetivo. A mí me encantó este personaje desde el
principio, es tan dulce y fiel que no puedes evitar abrazarla cual peluche de
oso panda.
Nuestra historia se
ambienta en el verano de 1976, en el cual una de las vecinas de la urbanización
de Grace y Tilly, la señora Creasy, ha desaparecido sin dejar rastro. Todo el barrio
se pone a buscarla y nuestras intrépidas protagonistas deciden que es el
momento adecuado para encontrar a Dios y, de paso, intentar saber que ocurrió
con su enigmática residente.
La historia se supone que
es un misterio que poco a poco se va desvelando. A lo largo de las 400 páginas
que tiene el libro, todos los habitantes de la urbanización van exteriorizando todos
sus secretos y temores, que no tienen por qué ser los esperados por el lector.
El ritmo muchas veces es demasiado lento y en algunas ocasiones se pierde de lo
que realmente importa, que es el caso de la señora Creasy, por lo que en ciertos
momentos me ha costado no dejarlo. Eso sí, la narrativa es muy buena y el punto
de vista de las dos niñas, con esa frescura e inocencia que caracteriza a las crías
de esa edad, es majestuoso. Disfruté muchísimo con esa cuidada descriptiva y el
buen desarrollo de los temores de todos los personajes. Pero lo realmente bueno
fueron las últimas 100 páginas y donde realmente se desentraña todo, me las leí
de un tirón.
Recomendado para los fans
de las buenas narraciones a los que no les importe que una historia sea muy
lenta para llegar a un curioso y nada esperado desenlace.
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