Buenos días, mis muy
queridos seguidores. Hoy vengo con una nueva reseña, una con la que he vuelto a
mis orígenes para volver otra vez a la novela romántica. Pensé que tardaría en
hacerlo, pero Marzo vino con grandes novedades de autoras que me enamoran y no
pude resistirme (empezamos con esta pero ya veréis, ya). Sin más dilación, os
presento a Sofía…
SINOPSIS
Sofía tiene tres amores: su gata Holly, los
libros y El café de Alejandría.
Sofía trabaja allí como camarera y es feliz.
Sofía no tiene pareja y tampoco la busca, aunque desearía encontrar la magia.
Sofía experimenta un chispazo cuando él cruza por primera vez la puerta.
Él aparece por casualidad guiado por el aroma de las partículas de café...
...o tal vez por el destino.
Él se llama Héctor y está a punto de descubrir dónde reside la magia.
Sofía trabaja allí como camarera y es feliz.
Sofía no tiene pareja y tampoco la busca, aunque desearía encontrar la magia.
Sofía experimenta un chispazo cuando él cruza por primera vez la puerta.
Él aparece por casualidad guiado por el aroma de las partículas de café...
...o tal vez por el destino.
Él se llama Héctor y está a punto de descubrir dónde reside la magia.
RESEÑA
Bueno, aquí nos hemos
topado con la gran Elisabet Benabent, autora de libros muy conocidos por tod@s,
entre los que tengo varias reseñas en mi blog (Mi
isla
y Martina
con vistas al mar).
Nuestra “gran”
protagonista es Sofia, una muchacha con una talla 44 que, a pesar de haber
estudiado una carrera, trabaja en una cafetería de camarera, El Alejandría.
Dicharachera, simpática y extrovertida, piensa que en la cafetería se respira
un ambiente de magia, y es tan feliz allí que no piensa en cambiar de empleo.
Vive en un mundo tranquilo, sin demasiadas emociones después de que su novio de
toda la vida la engañara y la abandonara por irse con otra de al que se había
enamorado. Pero eso es su universo y no lo quiere cambiar…
Héctor, nuestro confuso
protagonista. Ha vivido 7 años en Ginebra con su novia de toda la vida, pero ha
decidido volver a España para “experimentar”. No encaja en el perfecto mundo ni
en la perfecta vida que ha decidido su perfecta novia y decide abandonarlo
todos y ver si en España las cosas pueden llegar a ser diferentes. No acabo de
cogerle el punto al mismo. Es un poco raro, está muy hecho un lio y su
comportamiento no es del todo coherente durante el libro.
Y aquí es donde todo se
vuelve corriente. Sí, ya sabéis: chico conoce a chica, chica se enamora de
chico, chico no sabe qué hacer porque tiene una novia en Suiza con la que lleva
18 años, caos, embrollos, etc. y todo aderezado con el ácido humor al que nos
tiene acostumbrados la escritora (lo que más me ha gustado de la historia, todo
hay que decirlo).
Reconozco que, una vez
terminado el libro, no acabo de entender lo de la “magia” que tanto se señala a
lo largo de la narración. Se entiende que Sofia es una gran chica, pero no sé,
tanto como para estar todo el rato con la “magia de Sofia”. No lo he intuido.
El argumento no es del
todo de mi agrado, no deja de ser una historia romántica al uso. Podía haber
tenido algún giro o haberse expuesto con más chicha a los amigos de Sofía,
Oliver y Abel, o incluso haber descubierto más la historia del padre que está
casado con una chica 16 años más joven que él y que acaba haciéndose amiga de
Sofía, pero nada de nada. Al final todo es muy previsible para mi gusto. He
tenido la sensación de que sabía como acababa el libro desde la primera página.
El ritmo es muy lento, Sofia
le da muchas vueltas a las cosas y se regodea en sus propios pensamientos, lo
cual hace que pueda resultar a veces algo pesado. Le ha faltado frescura y
dinamismo en ese aspecto.
Recomendado para los
incondicionales de Elisabet Benabent y los amantes de las historias de amor en
la que la protagonista no pare de comerse el tarro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario